Los especialistas en #neuromarketing no pueden leerte la mente –aunque todo sería mucho más fácil a la par que siniestro– pero pueden descubrir los procesos neurobiológicos que tienen lugar en el cerebro de los consumidores cuando toman decisiones de compra. Este conocimiento puede usarse para optimizar campañas de marketing, con el fin de orientar mejor estos procesos inconscientes y ayudar a garantizar un resultado óptimo para las empresas.
¿Esto te deja claro cómo nos ayuda exactamente el neuromarketing a comprender las decisiones de compra inconscientes, y cómo pueden las empresas utilizar este conocimiento en su beneficio? Pues evidentemente no, porque este es solo el principio del artículo. Veamos qué es el neuromarketing y sus posibles repercusiones en el diseño de campañas.
¿Qué es el neuromarketing?
El neuromarketing es un campo relativamente nuevo de la investigación de marketing que se desarrolló a principios de la década de 2000. Unos 24 añitos tiene la criatura. Qué rápido crecen. Esencialmente, consiste en el estudio del comportamiento y las preferencias de los consumidores basándose en cómo responde el sistema nervioso a distintos estímulos de marketing. Esto abarca muchos campos; desde la publicidad hasta el #packaging o el #diseñoweb.
Los especialistas en neuromarketing utilizan una serie de técnicas para conocer la mente de los consumidores, como la medición de la actividad eléctrica del cerebro, la penetración en las estructuras cerebrales con dispositivos de imagen y el control de otras respuestas fisiológicas que pueden ser indicadores de la implicación y el interés de los consumidores. No, no leen mentes. Lo de antes no era broma.
¿Cómo nos ayuda el neuromarketing a comprender las decisiones de compra inconscientes?
El neuromarketing proporciona una forma innovadora de comprender por qué las personas realizan determinadas compras. ¿Eso que crees que no necesitas, pero algo te dice que sí y aunque en el fondo sabes que no es una necesidad real, de pronto no puedes vivir sin él y te lo compras? A esto se le llama «proceso de toma de decisiones» y tiene lugar en el cerebro: una serie de reacciones, pensamientos y emociones inconscientes que culminan en una decisión de compra. Los neuromarketers pueden utilizar su avanzado conocimiento de la función cerebral para descubrir por qué determinados consumidores sienten aversión o atracción preferente por un producto o servicio.
Al investigar y decodificar estas reacciones inconscientes, las empresas pueden empezar a aprovechar el poder de las estrategias de neuromarketing. Por ejemplo, en marketing ha sido muy útil para comprender mejor el impacto del color, las imágenes y los mensajes en el comportamiento del consumidor. Por ejemplo, sabemos que usar el color azul puede inspirar confianza y lealtad y aumentar la retención del contenido visual y también sabemos que es mucho más probable que tú, potencial cliente, abras un correo electrónico con la imagen de una cara sonriente, o que pases más tiempo leyendo mensajes bien elaborados como este artículo… Como ves te conocemos muy bien. ¡Pero no te asustes!
Los neuromarketers pueden incluso hacer recomendaciones sobre dónde colocar los productos en las tiendas físicas para optimizar la experiencia del consumidor. Por ejemplo, colocar los productos más solicitados cerca de la entrada de la tienda, donde la gente tiende a detenerse y observar el entorno, puede ayudar a aumentar las ventas. ¿Y lo de los carritos del supermercado? Esos que se te van siempre para un lado cojas el que cojas. Qué rabia, ¿eh? Pues eso TAMBIÉN es una estrategia, pero de marketing.
Utilización del neuromarketing en la práctica
¿Y esto se usa? Pues sí, y mucho. Una gran variedad de empresas utiliza el neuromarketing para ayudarles a optimizar sus estrategias de marketing y sacarle el máximo partido a sus campañas. De hecho, toman sus decisiones basándose en datos neurocientíficos y en la información que proporcionan. Barriendo un poco para casa, en publicidad se están utilizando en el desarrollo de sitios web y aplicaciones móviles, así como en el envasado de productos y las campañas publicitarias.
Un buen ejemplo de esto es lo que ahora mismo está haciendo PepsiCo, que ha empezado a experimentar con esta técnica para dar a conocer sus productos y captar a su público de forma más eficaz. ¿Y cómo? Utilizando imágenes cerebrales avanzadas para optimizar el envasado de los productos, mejorar la eficacia de las campañas de marketing y aumentar el compromiso con el contenido online. Los datos les han permitido comprender mejor las necesidades de los consumidores y tomar decisiones más basadas en datos. Así que si no puedes resistirte a comprar Pepsi (no te rías, amante de la Coca Cola, que te estamos escuchando desde aquí) ahora ya sabes que no es del todo tu culpa.
Pero como con la IA, esto es sólo el principio. En el futuro, lo más probable es que las empresas dispongan de datos neurobiológicos aún más precisos y adaptados, que les ayuden a conceptualizar y ejecutar mejor sus estrategias de marketing.
¿Qué conclusión sacamos de esto?
El neuromarketing es una poderosa herramienta que ayuda a las empresas a comprender mejor los procesos de toma de decisiones que tienen lugar en el cerebro de los consumidores. Como proporciona información precisa sobre estos procesos inconscientes, les permite adaptar mucho mejor su publicidad y su estrategia a su público objetivo y garantizar un resultado rentable.
¿Es el neuromarketing el futuro? te preguntarás. Pues NO. Es el presente. El futuro ya está aquí. Y no te despistes, que se te va el carrito para el lado.